Entre los cambios más importantes cabe destacar que a partir del 1 de enero de 2008 dos nuevos documentos compondrán las cuentas anuales:
(i) el llamado “Estado de Cambios en el Patrimonio Neto” (ECPN), y
(ii) el “Estado de Flujos de Efectivo (EFE)”.
Este último solamente deberá formularse por las empresas que no sean PYMES y además no puedan formular el balance, ECPN y memoria abreviadas. En este contexto hay que tener en cuenta que con la nueva Ley se produce una actualización de los límites para la formulación de balance y cuenta de pérdidas y ganancias abreviada.
Por lo que se refiere al nombramiento de los auditores, la nueva Ley introduce la posibilidad de reelegirlos, una vez concluido el periodo inicial de contratación, no sólo por un año sino por períodos hasta un máximo de tres años, lo que tendrá entre otras ventajas el efecto de poder reducir costes notariales y regístrales.
Quedan derogados las secciones segunda, tercera, cuarta y quinta del capítulo VII del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas por haber sido algunos aspectos ya regulados en el Código de Comercio y otras fueron considerados que descendían a un nivel de detalle que se considera debe trasladarse al ámbito reglamentario.
En relación a las cuentas anuales consolidadas, la nueva Ley ha modificado el concepto de grupo de empresas recogido en el artículo 42 del código de comercio en el sentido de que se aleja del criterio de unidad de decisión mantenido hasta ahora, centrándose en el elemento control.
Por último señalar que la nueva Ley introduce también cambios en relación con los criterios de valoración y los principios contables que tendrán que tomarse en cuenta a la hora de preparar las cuentas anuales.
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