En esta Sentencia se aclara que el engaño en el curriculum vital elaborado por el trabajador, haciendo menciones inciertas a determinados méritos académicos como un título universitario y un master, puede causar una grave trasgresión de la buena fe contractual y convertirse así en una causa de despido procedente. Bien es cierto que la Sentencia dice que la empresa pudo ser más diligente al comprobar la veracidad del curriculum del trabajador, pero lo importante aquí es el engaño del trabajador y que la falta de rigor empresarial al no exigir la acreditación de los méritos con la que decía contar, no es lo mismo que el consentimiento de una situación a sabiendas de que se está engañando.
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