Finalmente, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo mediante sentencia de 8 de octubre de 2010, ha revocado las sentencia precedentes al considerar que el derecho de uso de la esposa no es un derecho real sino un derecho familiar, y que la hipoteca había sido consentida por la esposa antes de la separación por lo que su derecho de uso era posterior al derecho de crédito del deudor.
El Juzgado de Primera Instancia desestimó la demanda al considerar que la esposa tenía un derecho real de uso de la vivienda que le permitía el derecho a poseer la finca siendo su ius possidendi de similares características al de un arrendatario y por tanto merecedor de protección jurídica en plena coexistencia con la del propietarios, así como que la atribución del uso de la vivienda fue hecha antes del procedimiento de ejecución hipotecaria por lo que la adquisición era posterior.
Por su parte, la Audiencia Provincial confirmó la sentencia de instancia otorgando preferencia al derecho de la esposa a residir en la vivienda familiar frente al adjudicatario por considerar que había mediado falta de diligencia y buena fe por parte del adquirente, que en los edictos se hizo constar que la vivienda estaba ocupada, y que la esposa no era prestamista.
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